El sector logístico se ha convertido, en 2018, en el claro catalizador del mercado inmobiliario no residencial, contribuyendo a mantener la tendencia ascendente del año pasado y que proseguirá, al menos, hasta 2020. Las previsiones del volumen de inversión en activos logísticos apuntan a que el año finalizará superando los 1.200 millones de euros gracias, sobre todo, al impulso del segmento del comercio electrónico.
El grueso del mercado lo siguen acaparando Madrid y Barcelona –y sus áreas de influencia–, aunque la falta de espacio disponible para nuevos desarrollos en las áreas periféricas más cercanas a estas ciudades está provocando que otras zonas, como la Comunidad Valenciana o Aragón, estén viviendo un importante auge.
El mercado continúa dominado por los capitales privados, las SOCIMIs y las family office locales. Los fondos de inversión, tanto nacionales como extranjeros, siguen ganando peso.
Continúa el auge del comercio electrónico
El comercio electrónico mantiene la tendencia de los últimos años y sus cifras continúan subiendo. El último dato de la Agencia Estadística comunitaria, Eurostat, apunta que el 68% de los internautas ya son compradores online, mientras que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) asegura que el número de operaciones en comercio electrónico se ha incrementado un 36%. Todo ello provoca que, incluso muchos “retailers” tradicionales hayan apostado también por esta modalidad de ventas, lo que se traduce en un incremento de la demanda de espacios logísticos para poder dar respuesta a este mercado.
La principal prioridad, tanto para estos pequeños operadores como para los gigantes del e-commerce, es encontrar localizaciones próximas a infraestructuras intermodales y nudos de vías terrestres, así como a las grandes zonas urbanas, que les permitan estar más cerca de los clientes.
Los expertos en comercio electrónico aseguran que existe una conexión directa entre la rentabilidad de estos servicios y su cercanía a los clientes, dado el alto coste y la pérdida de imagen que causan la gestión ineficiente de las devoluciones y las entregas fallidas. Por lo tanto, la situación obliga a estas empresas a establecer plataformas cerca de los núcleos de población para ganar rentabilidad y cuota de mercado.
La falta de oferta de este tipo de inmuebles se ve reflejada en el mercado del suelo, donde también se ha intensificado la actividad y la demanda de proyectos “llave en mano”, si bien es cierto que la escasez del mismo en localizaciones céntricas, así como los niveles de renta más elevados, continúan redirigiendo la demanda hacia la segunda o tercera corona de las grandes ciudades, donde las rentas son más competitivas.
Más tecnología e inmuebles que apuestan por el respeto medioambiental
Los cambios que se están produciendo en la cadena de suministro de las empresas logísticas hacen que éstas demanden inmuebles adaptados a sus necesidades operacionales. Esto se traduce en que,en los inmuebles de nueva construcción,se está realizando una firme apuesta por las nuevas tecnologías y por un diseño mejorado y optimizado para el mercado al que se dirigen, con herramientas para el control, la automatización y la monitorización de las actividades que se desarrollan en ellos.
La tendencia hacia el cuidado del medio ambiente también ha alcanzado al sector inmobiliario, donde se buscan construcciones inteligentes, con sistemas de gestión y administración integrada, que permitan un mejor control de su consumo energético y la reducción de la huella de carbono, todo ello a través de las diferentes certificaciones que existen en el mercado.
Habrá que permanecer atentos al cierre del año para confirmar todas las previsiones y comenzar a vislumbrar lo que nos deparará el año 2019.