La necesidad de ser cada vez más eficientes y sostenibles alcanza a todos los sectores de la sociedad, incluyendo los edificios, tanto de uso residencial como no residencial. Por este motivo, la creación de construcciones inteligentes con sistemas de gestión y administración integrada que permita un mejor control de su consumo energético y la reducción de la huella de carbono están ganando cada vez más importancia. El objetivo es que, tanto el diseño como la operativa del edificio, sean lo más eficientes posible.
Cambios normativos
El pasado 25 de junio, el Diario Oficial de la Unión Europea publicaba la Directiva (UE) 2018/844, que modifica las Directivas 2010/31/UE, relativa a la eficiencia energética de los edificios, y la 2012/27/UE, relativa a la eficiencia energética.
El objetivo principal de esta nueva Directiva es acelerar la renovación rentable de los edificios existentes y, más específicamente, introduce sistemas de control y automatización de edificios como alternativa a las inspecciones físicas, fomenta el despliegue de la infraestructura necesaria para e-mobility, e introduce un indicador de inteligencia para evaluar la preparación tecnológica del edificio.
El objetivo es implementar una estrategia a largo plazo para apoyar la renovación de los parques de edificios de los Estados Miembros de la Unión Europea, transformándolos en parques inmobiliarios con alta eficiencia energética y descarbonizados antes de 2050.
Smart buildings
El futuro pasa por el incremento de los llamados “Smart buildings”, edificios inteligentes que incluyen sistemas de domótica, sensorización, monitorización y software para el control de luminaria o refrigeración, tal y como recoge el informe sobre este tipo de edificios elaborado por enerTIC, la Plataforma de Empresas TIC para la mejora de la Eficiencia Energética y la Sostenibilidad.
Para abordar los proyectos de “inteligencia” en los edificios es necesario analizar cómo es cada edificio o cuál es su entorno. Hay que tener en cuenta la arquitectura pasiva, si hay luz natural, la climatología o la demanda del edificio. Por ello, según el informe de enerTIC, hay que analizar tres capas dentro de los Smart Buildings:
- La propia construcción: en estos momentos se está avanzando de forma destacada en los materiales.
- Los equipos hardware instalados o a utilizar.
- La capa de software que se dirige hacia sistemas más sofisticados de tratamiento de datos.
Encajar todas las piezas es uno de los retos que afronta el sector.
Control energético
Uno de los aspectos más críticos es la climatización, principal causa del consumo energético de los edificios. Para reducir su gasto, se están poniendo en marcha sistemas de monitorización energética y de eficiencia en aire acondicionado o domótica para el control de consumos. “Sin embargo, hay una alta complejidad al medir los ahorros porque hay circunstancias que influyen como el número de personas, actividad a desarrollar en el edificio, elementos que pueden emitir mayor o menor calor, clima exterior, etc.”, asegura en estudio.
Otro factor destacado del consumo energético es la lumínica. Por ello, se han puesto en marcha en algunos proyectos laboratorios de iluminación, sistemas de inmótica para el apagado de luces automático y sensorización.
Instalaciones logísticas
La eficiencia energética es una de las prioridades de las empresas dedicadas a la logística. Además de la descarbonización de la cadena de suministro, los edificios logísticos –como parte del sector de la construcción– deben tender al consumo casi cero en energía que exige la UE para finales de 2020.
Entidades como el Centro Español de Logística (CEL) y ANESE (Asociación de Empresas de Servicios Energéticos) trabajan desde hace bastante tiempo para lograr este objetivo.
Los edificios logísticos de nueva construcción están implantando, cada vez con mayor frecuencia las certificaciones de calidad medioambiental, con la inclusión de fuentes de energía renovable, reutilización del agua, materiales de bajo impacto ambiental, etc. El reto se encuentra, sobre todo, en los edificios antiguos.
Modelos ESE
Los modelos ESE se basan en el trabajo de Empresas de Servicios Energéticos (ESE), organizaciones que proporcionan servicios energéticos en las instalaciones de un usuario determinado, estando el pago de los servicios basado en la obtención de ahorros de energía. Estos ahorros se consiguen a través del desarrollo de mejoras de la eficiencia energética de las instalaciones o mediante la utilización de fuentes de energía renovable.
Los servicios suministrados por una ESE son de una amplia variedad. En realidad, todos los servicios que permitan alcanzar un ahorro energético y/o ahorro económico para una instalación o edificio podrían incluirse en el alcance de los servicios de una ESE. Así, estarían en su ámbito de actuación tanto los servicios más sencillos, como es el control de la temperatura de un edificio, hasta otras medidas más complejas y tecnológicas que requieran una mayor inversión, como la instalación de una fuente de energía renovable propia.
Básicamente, los servicios ofrecidos en este modelo son:
- Auditoría energética.
- Diseño del proyecto.
- Construcción e instalación.
- Explotación.
- Operación y mantenimiento.
- Control, medición y verificación.
Todos estos servicios pueden ser independientes entre sí o desarrollarse de forma conjunta y complementaria por una misma ESE.
BREEAM®, un certificado de construcción sostenible
Una de las certificaciones que han ido ganando peso en la edificación ha sido BREEAM®, cuya metodología aporta una mayor rentabilidad para quien construye, opera y/o mantiene el edificio, además de reducir su impacto en el medio ambiente y lograr un mayor confort y salud para quien vive, trabaja o utiliza el edificio.
Según sus responsables, un edificio con certificación BREEAM® (como es el caso del nuevo parque logístico “SEGRO LOGISTICS PARK”, que Area comercializa en exclusiva) supone importantes beneficios económicos para sus usuarios (disminuye el consumo energético entre un 50-70%, el consumo de agua es hasta un 40% menor, y se reducen los gastos de funcionamiento y mantenimiento entre un 7-8%) y para sus propietarios (aumenta el valor de los inmuebles un 7,5% e incrementa las rentas un 3% y la tasa de ocupación de los inmuebles en un 3,5%).
Las reducciones en el consumo de energía repercuten directamente sobre el medioambiente, pero la metodología promueve muchas más iniciativas para reducir al mínimo las emisiones de CO2 durante la vida útil del edificio. Estas medidas se agrupan en categorías como Transporte (ubicación de la parcela, acceso al transporte público, fomento del uso de bicicletas, etc.), Residuos (aspectos relacionados con el almacenaje previo a su recogida y tratamiento) o Contaminación (uso de refrigerantes y aislantes con un bajo potencial de calentamiento global, instalaciones de calefacción con baja tasa de emisión NOX, etc.).
LEED®, certificación para edificios sostenibles
El Sistema de Clasificación de Edificios Sostenibles LEED® (Líder en Eficiencia Energética y Diseño sostenible) es un sistema estándar internacional y voluntario, basado en el consenso y en criterios de mercado para construir y renovar edificios sostenibles de alta eficiencia. Fue desarrollada por el Consejo de Edificios Sostenibles de Estados Unidos, el US Green Building Council, una asociación independiente, sin ánimo de lucro, que agrupa a agentes participantes en la sostenibilidad y la construcción e impulsa la implementación de prácticas de excelencia en el diseño y la construcción sostenibles.
En España, los responsables de contribuir al desarrollo y avance internacional en liderazgo de LEED® es el Spain Green Building Council (SpainGBC), Consejo Construcción Verde España (CCVE), una organización privada sin ánimo de lucro “comprometida con un futuro próspero y sostenible para nuestro país a través de edificios sostenibles que son rentables para el que los construye, opera y mantiene, tienen un menor impacto medioambiental y son más saludables para las personas que viven o trabajan en ellos” .
LEED® proporciona un marco completo para evaluar la eficiencia del edificio y cumplir los fines de la sostenibilidad. Basado en estándares científicos bien cimentados, esta certificación hace hincapié en estrategias punteras en relación con la localización y el transporte, el desarrollo de la parcela, la eficiencia en agua, la eficiencia energética, la selección de materiales, la calidad medioambiental interior, la prioridad regional y la innovación.