Tal y como auguran los expertos mundiales, las consecuencias económicas de la crisis sanitaria que estamos viviendo a causa del Covid-19 no son demasiado optimistas. Según las primeras impresiones, la contracción del PIB en Europa llegaría al 15% en 2020, pero ¿afectará la crisis por igual a todos los sectores? Las estimaciones dicen que no y que, incluso, algunos sectores, como el logístico –y, en consecuencia, el inmologístico– podrían salir reforzados de esta crisis.

Si ha habido una tendencia que se ha acelerado durante estos meses de confinamiento, esa ha sido, sin duda, la del comercio electrónico. El cierre de algunos establecimientos físicos ha derivado a los consumidores hacia el canal online, tanto quienes ya estaban acostumbrados a realizar sus compras en tiendas electrónicas como a quienes no lo habían hecho nunca. Según Deloitte, el gran peso y evolución del e-commerce sobre el total del consumo queda patente con estos datos: en tan solo una semana pasó de representar el 28% (a fecha 2 de marzo) a constituir el 59% (a fecha 9 de marzo), situándose finalmente en el 74% (a fecha 29 de marzo).

Esto ha provocado un incremento de la demanda de arrendamientos de espacios logísticos, ocasionado por las necesidades específicas, sobre todo, de empresas de sectores considerados esenciales.

¿Se mantendrá esta tendencia tras el fin del confinamiento?

Los expertos prevén que lo haga y, por lo tanto, seguirá aumentando la demanda futura de espacios logísticos. Así lo asegura un estudio de MVGM, que hace hincapié en “la gran actividad que existe en las empresas que suministran bienes de primera necesidad, como alimentación y distribución, o material sanitario, tensionando el abastecimiento, y provocando una mayor necesidad de espacios de almacenaje, con el fin de atender el pico de demanda que se está experimentando”.

Cambio de los flujos logísticos

A pesar de todo, hay que tener en cuenta que la interrupción de las cadenas de suministro mundiales sí que podría tener un impacto en el sector. Este riesgo nos lleva, según el estudio de MVGM a vaticinar un posible proceso de desglobalización, un cambio de los flujos logísticos para reducir la dependencia de otros países, especialmente del continente asiático, y la vuelta a la fabricación nacional.

Por ello, planificar y analizar el comportamiento de la nueva demanda posterior a la contención se ha convertido en el gran desafío para los profesionales de la cadena de suministro. Ante una situación completamente sin precedentes, es difícil hacer predicciones fiables de cómo serán los cambios en el consumo. Lo que sí está claro es que la flexibilidad y la agilidad se han convertido en el nuevo mantra para adaptarse a un entorno impredecible y cambiante, y esa es una tendencia que se repite en todos los sectores.

Un sector impactado a diferente velocidad

Otro estudio elaborado por Forcadell asegura el coronavirus ha impactado en el sector industrial y logístico a diferente velocidad. Así, mientras que el mercado industrial ha visto frenada su actividad por las medidas para contener la pandemia, el canal online continúa impulsando la demanda de naves logísticas y microalmacenes urbanos.

¿Cómo se comportará el sector, según este informe, en lo que queda de año? En este caso, aseguran que, a pesar de los ajustes temporales que se puedan producir en la actividad económica, el mercado inmobiliario industrial se reactivará de manera inmediata. Así, las naves logísticas y los microalmacenes urbanos, que ya eran activos con un elevado interés por parte de inversores y de grandes compañías, verán incrementado exponencialmente su valor e interés.

Lo que resta saber aún es cuál será el impacto de esta situación en los precios, tanto en venta como en alquiler.

La normalidad, en el último trimestre

En Area creemos que la recuperación del sector se producirá, pero que no será hasta el último trimestre de 2020 cuando se inicie el camino hacia una cierta normalidad, gracias a sectores como el e-commerce, la tecnología, el farmacéutico, la externalización logística y la distribución que, en estos meses, han mantenido su actividad y seguirán contribuyendo al crecimiento del sector.

Creemos que, en principio, habrá una disminución de la contratación logística a corto-medio plazo y lo mismo ocurrirá con la inversión. Así, aunque algunas operaciones se hayan paralizado, retrasado o cancelado durante estas semanas, esperamos que el sector vuelva a dinamizarse pasado un tiempo de adaptación a esta nueva situación.

En definitiva, consideramos que el sector saldrá reforzado de la crisis, pero que eso ocurrirá a partir de la segunda mitad del año y que, probablemente, dejará importantes cambios en algunos segmentos inmobiliarios. Así, aunque la promoción de naves para actividades logísticas continuarán siendo un foco de interés, la incertidumbre actual hará que se dilaten las tomas de decisiones en la inversión, a la espera de que la situación se aclare un poco y veamos cómo evoluciona.